En cada una de las obras, Mario Roberto
Álvarez se plantea con cuidado la relación entre la obra y los edificios
vecinos, considerando como debe ser la misma unión entre el nuevo edificio y el
vecino existente, además de adoptar una escala correcta.
En estos edificios se resuelven de
diferentes maneras, pero válidas todas ellas. Por ejemplo, en el Panedile I, la
obra nueva se pega a los vecinos, tratando de establecer una continuidad del
plano de fachadas sobre la avenida.Por el contrario, en el “Bank of America” y
en menor medida en el “American express”, el edificio se separa de sus
aledaños, logrando un aire que en esos casos mejora la percepción de ambos
edificios.
La
ubicación de estos edificios en el solar, es un claro ejemplo de hasta qué
punto una decisión clave, como es la del emplazamiento de la obra, surge de
considerar a los edificios vecinos, continuando su línea de retiro en el caso
del “Bank of America”, o generando nuevas esquinas en la continuidad de
fachadas en el caso del “Panedile I”.
De un modo u otro, los edificios junto a
los cuales se debe colocar la nueva obra, son siempre tenidos en cuenta por
Álvarez, que logra conjugar el nuevo edificio y los existentes de modo que se
mejore la percepción de ambos.
Por otro lado, estas relaciones que se
establecen entre las obras con sus aledaños, se dan de una manera muy natural
pero a la vez eficaz.
El gesto que las obras nuevas hacen para
colocarse de un modo adecuado junto a los edificios vecinos son operaciones
formales en las cuales se estudia la relación de uno respecto al otro.